domingo, 25 de septiembre de 2011

Las paredes siguen frías

En el centro, sus ojos, azul invertebrado
El letargo parece una forma geométrica
pero sólo es el ensayo,
una certeza horizontal.
Habían vaciado sus pasos hasta allí
miles de pájaros sin color,
como aspas afiladas de verdades.
Los relojes habían vuelto sus espaldas hacia el mar
y el silencio dentro de su boca construía un refugio imaginario.
Las paredes frías como sobres cerrados
sabían que la adolescente estaba muerta.
Ya nada me sucederá, pensaba ella,
la vida sólo es de la muerte intermediária.

4 comentarios:

  1. Azul invertebrado. Es como si se te escurriera entre los dedos, al leerlo.

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  2. Los relojes habían vuelto sus espaldas hacia el mar

    el mar tiene otro ritmo donde las manecillas no alcanzan

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  3. "el silencio dentro de su boca construía un refugio imaginario. Las paredes frías como sobres cerrados" Que buenas imagenes, me quedo con tu silencio. Abrazos en buena hora

    Wilfredo Arriola

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