martes, 27 de septiembre de 2011

Insana

Lo sabía.
Las latas de conserva han empezado su venganza
contra un desierto que termina en mi intestino.
Soy huérfana de satélites huraños.
Tu eres la carretera por la que nadan los eclipses,
pero no hay reptiles que desplieguen impostura.
Septiembre es una máscara
que no acierta a disfrazar
la caducidad reconocida.
No hay tiempo ya ni para el vómito.
Resignarse es una estación a última hora.
Fuera de la casa están creciendo
baúles de insectos y desorden de muecas de ácero
como insultos de carne pegajosa.
Lo sabía:
Nadie ha pescado estrellas en mi boca.

1 comentario: