No está hecho de sueños el arcén de tu edad,
tu nombre es una confitura de hierros.
Dirán que están de tu lado,
dirán que tu boca ha asumido como propio
el color del pintalabios.
Rojo rubi. Mac 205.
Insistirán en las astillas
y terminarán las frases con puntos suspensivos perforados.
Pero no te confundas,
siempre que hablan de tí,
hablan en realidad de ellos mismos.
Dirán que las lenguas no iluminan,
dirán que vienes de una canción de sílabas submarinas,
que sólo te construye un escalestrix de venas de azúcar
que has aprendido a hacer de lo intermedio tu presente.
No les creas.
No está hecho de sueños el arcén de tu edad.
Debajó de su tapa,
los años guardan
tu verdadero nombre.
Debajo de mí hay costras. Y arena.
ResponderEliminarBss.
De sueños también el horizonte...
ResponderEliminarBueno, supongo que no hay mayor tesoro que encontrarse a uno mismo, aunque bien pensado la cosa puede volverse en nuestra contra sin que nos demos cuenta...
ResponderEliminarBonito blog :)