La cuestión no es afilar el borde de la noche
hasta que podamos caminar sobre él
como se camina sobre plantas de hielo.
La cuestión no es por qué se hunde la piel
en unos ojos que ya no son tuyos
pero que no pueden ser de nadie
porque todas las partes de mi cuerpo ya tuvieron antes un dueño.
La cuestión es si aprenderé por fín a disolverme
La cuestión es ¿por qué las hadas están solas?
[contornos da noite na ruga da palavra,
ResponderEliminardissolvidas na dúvida, no breve caminho do tempo,
na noite revolvida]
um abraço,
Leonardo B.