sábado, 30 de abril de 2011

Tout va bien





Viendo una película de la Nouuvelle Vague,


sólo pienso en la palabra HUMO,

manchas en blanco y negro

pronuncian frases francesas y alargadas,


hablan del amor

o de los desagües de París.

El cine es un animal parasitario,

el último triunfo resultó una derrota

los amantes se traicionaron entre ellos

y dentro del mayo francés

encontraron una lombriz.


No más revolución,

sólo Briggitte Bardot en camiseta

palabras que se dicen

para frenar el tibio desierto de las ideas

palabras que recuerdan

a postres con nieve.


Los personajes caminan

como si no tuvieran guión

ni sitios a los que ir,

todos arrastran su lluvia,

conviven con su dearraigo y bostezan.


Llevan todo este tiempo esperando a Godard

en un decorado que ya no es París.

lunes, 25 de abril de 2011

Cae la noche en las pupilas

Sin apetito
y esos ojos eternamente dibujados
en las palmas de mis manos
pestañas que caen despacio
como se desprenden las flores
de lo peor de sí mismas.

Palideces
y hablas de geometría errónea
las curvas que tenemos y nos quitan
la distáncia entre cadera y planta del pie.
Como si quisieras todavía construirnos
en el alma de arcilla, moldeable
para ser quiénes en realidad hemos sido.

Y yo en tanto pienso
que todo duele si pronuncio tu nombre
pero no tengo otro socorro que sus sílabas,
espejo o precipicio
costal o trinchera.

Tu quieres creer que el cuerpo nos descubre
nos impide marcharnos en cuclillas
Yo sé que el cuerpo nos desborda y es asfixia
un territorio escuelto
en el que no aprendimos a quedarnos.

Vendrán de nuestro lado
y algún día se ahogarán en nosotras
nombres de rostro grave que se atarán a tus pies
lodo infecto de futuro se cernirá sobre tus ojos,
y no habrá ya más pestañas, ni línea sublime de tus cejas
ni corona en el pecho
ni boca de sangre y noche.

Tu dices:
Sin embargo, todo es posible todavía.
Yo finjo creerte y consiento.
Porque sólo sé darte certeza
saludarte con memoria en los labios,
no puedo negarte ni el principio de mentira
cuando susurras en el centro del invierno:
-Quédate.

sábado, 23 de abril de 2011

Sábado de ingloria

Día gris, oscuro omnívoro y sin viento,
ha hecho jirones un cielo desenterrado
no hay nada lleno, a todo objeto le falta algo
una pieza clave , imposible de nombrar
o la ceniza invisible de las manos que
ocultan un objeto azul
bajo cantidades de piel que esconden formas de sonajero
Nadie llama ya
A nadie, nadie le llama.

Lámparas esquizoides
deciden no iluminar partes caprichosas de la estancia
las otras, a la rica intemperie
oscuridad que no teme la tiniebla
Nada te dio en sus labios
aguacero, químico temblor, su boca te sabe a los domingos
como un arrecife de comercios cerrados
así los NO se han quedado en evidencia
tender con pinzas de quemar metal
manchas de ingredientes poliformes
siniestros como escápulas,
hacen una mueca, lloran.

viernes, 22 de abril de 2011

YO te KOnocía tanto tiempo después

Con esa delgadez tan yonki,
con esos ojos canallas
de quién se ha resignado a ser víctima
sobre todo de sí mismo.

Con ese mordisco indecente
de labio inferior torturado
Con ese gesto de dandy
pasado de década y de cubatas
Con esa sonrisa-homenaje a las formas de oscuridad

Con la insensatez que quién aun cree
poder llamarse idealista
Con esa colección de heridas a mitad cicatrizar
y ese asalto de noches a la caza de unos labio sin pretextos
Con todo eso. Ahora comprendo,
que la memoria no es la cruel cuchilla que divide el tiempo
sino este regresar al placer compartido
esta manera de sabernos
ganadores de batallas necesarias,
perdedores de bocas entreabiertas

Con un puñado de colchones en el suelo
de arañazos en portales escondidos,
de paredes empañadas del aliento
de la forma de tu nuca retorcida.
Ese era nuestro reino violento.
Escusas para marcharnos pronto a casa
o a reptar por cualquier piel alcholizada
y cuestionar la realidad resbaladiza

La memoria es lo que hace que lo que ocurrió ayer
ocurra, en realidad siempre.
Con esa delgadez tan yonki,
cualquier callejón era una cama.